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8 de septiembre de 2013

Ofrenda


En este día de la festividad de nuestra Virgen de la Encina, nos sumamos a las tradicionales ofrendas con una un tanto especial, muy de estos tiempos: facilitar la lectura  en formato electrónico de la obra de Don Eduardo de Escarzaga "La Villa de Arceniega" a todas las personas a quienes pueda interesar.


Su sobrina, María Concepción Jiménez Escarzaga, nos permite, muy generosamente, la difusión sin ánimo de lucro de tan preciado documento. Fue publicada originalmente en Bilbao el año de 1931 y reimpresa medio siglo después, en edición facsímil hace tiempo agotada, por la Diputación Foral de Álava.

Mediante esta aportación esperamos contribuir a la apreciación que su obra merece: por pionera en la historiografía de nuestra Villa (sin que lo madrugador  le haya impedido seguir siendo LA obra de referencia durante mucho tiempo), y por el valor estilístico de su cuidada prosa -como botón de muestra, copiamos a continuación la elegante descripción con que se abre y que reafirma, frente al monopolio visual en que vivimos, el poder evocador de las mil palabras.

La Villa de Arceniega, se halla situada en el confín más occidental de la provincia de Alava, en el girón de tierra de esta provincia que se tiende entre las Encartaciones de Vizcaya y la provincia de Burgos. Su abolengo es vasco y noble por ende; y su historia no carece de interés para quien halla deleite en saber las historias de nuestro país.

Las tres calles de casas que componen la puebla de la Villa, se posan sobre una colina bruscamente cortada por la parte del E. y abierta en todo derredor. Limitan su horizonte: al S. la pelada roca de la Peña llamada de Angulo (Peña Salvada), que sobresale imponente entre los montes de Sojo y de Gordéliz poblados de negros encinos y carrascos; al N, en confuso montón, las montañas de las Encartaciones, entre las que descuella como adelantado vigía sobre el mar, el pico del Ereza ; y al Poniente los montes de Santa Coloma y de Mendieta; tendiéndose hacia el E. la tierra de Ayala. Y frente a frente del blanco peñasco, que se yergue ante ella tras de los oscuros montes, alguien la creyera adelantado centinela de la tierra vasca que atisbase los movimientos de un coloso.

Reinterpretando a su censor de entonces, nihil obstat ya para disfrutarla sino pinchar en el siguiente enlace (dependiendo del navegador empleado, el archivo irá directamente a la carpeta de descargas o una ventana ofrecerá la opción de guardarlo / abrirlo para su lectura):



6 de enero de 2013

SU AYUDA



Situamos aquí estas fotos del Santuario con el entorno nevado y la puerta de acceso cerrada, para recordar que, dentro, siempre se mantiene ese calor maternal emitido por la presencia de nuestra Virgen en sus variadas figuras. Un sentimiento de nostalgia nos debe impulsar a contemplar de nuevo las preciosas imágenes de la vida de la Virgen, de Jesús niño, de Jesús-Cristo en su pasión, de esos Santos que ofrecen su ayuda "especializada"... El egoismo -en estos casos- es muy sano.


Siempre, y en cualquier actividad humana, surgen personas que, no solo por el puesto que han llegado a ocupar sino por ser como son, hechas por Dios y sus padres, por familiares y otras personas más o menos responsables e influyentes y, sobre todo por ellas mismas que han sabido moldear sus circunstancias y llegar a destacar por su bien hacer en la tarea que les fue asignada y han llegado a realizar.


Queremos dejar constancia de quienes tan buena influencia llegaron a ejercer en las últimas generaciones de nuestra Villa para la práctica de la devoción a nuestra Virgen. Nos dejaron, pero queda su obra y la impronta fijada en ella: D. Cesáreo, su naturalidad a veces sin pulir que chocaba y facilitaba el trato amistoso; impetuoso en sus proclamaciones ampulosas en defensa de un rezo o de una ceremonia... D. Paulino, la simpatía en la animación para el rezo al que impulsaba hasta con chistes “tontos” que provocaban la risa... D. Nazario, el acierto en planificar y actuar; su fuerza y voluntad hasta lograr el contagio generalizado; el respeto y a la vez cariño que despertaba en todos, fieles locales y visitantes... D. José Iturrate, que tras su periodo parroquial completó su tarea para extender el conocimiento hacia la Virgen aumentando así su devoción, al recopilar datos y episodios históricos y ampliarlos con detalles minuciosos.


Queda Agustín, el amigo bueno y bondadoso que durante tantos años fue atendiendo los servicios del Santuario con cariño, ilusión y dedicación incansable. Repartía los folletos de información a los visitantes; este modelo incluido aquí, que comenta con orden y precisión lo de más interés, fue hecho expresamente para esa tarea ante su gran interés por disponer de tal herramienta; él lo potenciaba con sus explicaciones llenas de humanidad rica y sencilla.


A través del tiempo, naturalmente que los arceniegueses de todas las generaciones han sido devotos sinceros de su Virgen, incluidos los que normalmente “no pisan la Iglesia”. Siempre hay un rescoldo de cariño y fe que, según las circunstancias se reaviva, lanza chispitas y, hasta podría reavivar el fuego...
Copiamos el relato –casi reciente- de un hecho real aportado por el sacerdote que lo recibió, transcrito en la revista de la coronación.


Cuantos nos han transmitido –con sincero interés y grandísima paciencia- los numerosos detalles que a través del tiempo van dando existencia, volumen e importancia a una creencia, un sentimiento y su consiguiente actuación, han tenido también el cuidado de dejarnos datos escritos sobre hechos extraordinarios en los que esa crencia se basa y crece.
Varios historiadores lo han hecho con nuestra Virgen, están ahí, a mano, para adquirirlos y disfrutarlos. Para hacerlo más fácil, queda un documento acoplado aquí como muestra: el capítulo del P. Juan de Villafañe en su Compendio historico, en que se da noticia de las milagrosas, y devotas imagenes de la Reyna de los cielos y tierra, María Santissima, que se veneran en los más célebres santuarios de España, de 1740.



No debemos olvidar "La casa de Ayala", el edificio tan próximo al Santuario por su costado Norte. Utilizada desde 1747 para Reunión de Concejos del Valle de Ayala. Agregados en 1841 al Ayuntamiento de Arceniega, se decidió subastarla. Así se hizo el 18 de Febrero de 1845. Se quedó con élla el Ayuntamiento de Arceniega, gracias al préstamo de un vecino de Llanteno. "En Febrero de 1857 compré la Casa de Ayala en 13.500 reales", dejó escrito D. Eugenio de Garay que la cedió a los Hermanos Maristas (por un precio simbólico irrisorio), con la condición de que siempre se utilizara para la enseñanza.


En 1895 se inauguró en élla el Colegio de niños. D. Eugenio fundó también el Asilo en un edificio contiguo, "con el fin de asistir a los ancianos de Arceniega y Llanteno" (de 10 a 15 ancianos). Perduró hasta 1953. "Comían todos los niños de los barrios de Arceniega los días de escuela. La familia de Garay abonaba todos los gastos. También comían los obreros del Palacio." Los Hermanos Maristas siguen ahí protegiendo de contínuo la enseñanza y cuanto con élla se relaciona; siempre muy unidos a la Villa y a sus gentes. Han sido un regalo más.


Como final, apetece recordar varias imágenes y la influencia de cada una en nosotros: La preciosa cara de esa "madre coqueta para sus hijos". El árbol grandioso, Encina protectora en nuestro caminar de la vida. Los elementos/símbolos que nos hablan de nuestros mayores y su legado.



El inapreciable regalo de nuestra Villa que nos ha aportado tanto en verdad, bien y belleza. Allá arriba con el tesoro de LA ENCINA; abajo con el HOGAR completo, más esa proa de la Parroquia marcando el camino, empujando en él , poderosa y fuerte tras la muralla...


31 de diciembre de 2012

NUESTRA DEVOCIÓN



Una de las muchas costumbres que se van perdiendo en las prácticas religiosas, es el rezo de las “novenas” en honor de la Virgen en sus innumerables advocaciones; o bien de un santo protector en algo especial. Con ellas se desea festejar su “cumpleaños”, ensalzarle y pedir su favor y ayuda para algo concreto.

( Dato curioso: No recordamos novenas a la Santísima Trinidad en ninguna de sus tres personas: Padre, Hijo, Espíritu Santo. Es cierto que, se les invoca o se les nombra de una u otra forma en las dedicadas a la Virgen y santos, además de sus fiestas y oraciones exclusivas.)


Difícil hallar una novena donde se plasmen más vocablos o frases que superen en belleza a lo que leemos en la de nuestra Virgen. Ejemplos:

Anuncio del Ángel a San Joaquín; Abrazo en la Puerta Dorada

1- Prodigiosa vara de la raíz de José. Escogida para producir el más precioso de los frutos que es Cristo Jesús...
2- Gentil pimpollo de la Real estirpe de David; palma prodigiosa que, apenas nacida, fuiste sublimada hasta llegar al trono del Altísimo...

Nacimiento de la Virgen; Presentación en el Templo

3- Fulgentísima estrella de Jacob, cuya claridad brilla en los cielos, penetra los abismos e ilumina toda la tierra...
4- Arca soberana del Dios vivo; Tálamo real del esposo de las almas; Vaso de santificación; Torre sagrada de David...

Desposorios; Anunciación; Visitación

5- Peregrina flor del campo; nacarado lirio de los valles; magnífica sala y resplandeciente palacio del Rey Eterno de la gloria; cándida paloma...
6- La más agraciada y hermosa a los ojos del Altísimo; tabernáculo digno de su adorable Divinidad; tierra bendita; huerto cerrado, fuente sellada ; nube espléndida henchida del rocío de la gracia...

Natividad; Adoración de los Reyes; Circuncisión

7- Paraíso de las celestes delicias; espejo de inocencia y de pureza; cedro eminente y olorífero; cristalina fuente de donde dimana el aljófar de nuestra Redención...
8- Misteriosa escala de Jacob; águila generosa que remontada sobre las celestes esferas, rodeada de coros de ángeles que con armoniosos cánticos se preguntaban: ¿quién es Esta que sube del desierto cual columna de humo compuesto de todos los perfumes aromáticos, que se levanta como la aurora, bella y hermosa como la luna, escogida como el sol y terrible como ejército bien ordenado?

Matanza de los Inocentes; Huida a Egipto

9- Castillo inconquistable y esbelta torre de David, sol brillante y hermoso; prodigiosa vara de Moisés por quien Dios obra sus maravillas; Mujer bendita entre todas las mujeres, en cuya majestuosa frente colocó la diadema de los imperios eternos como Reina universal de cielos y tierra.

San Bartolomé; San Mateo; San Felipe; San Simón

A guisa de introducción se la saluda así: “Virgen, invocada con el modesto título de la Encina, siendo como sois, Emperatriz de los cielos, Hija del Eterno Padre, Madre de su Unigénito Hijo, Esposa queridísima del Espíritu Santo. En Vos realizó el Poder divino toda suerte de maravillas y embelleció vuestra persona incomparable con todo género de perfecciones. Quiso que al ser Madre suya, fueseis también Madre nuestra y tu aparición al pie de esa montaña para vigilarnos más de cerca es prueba de tu solicitud maternal y generosa protección.”

Santo Tomás y San Matías; Profeta;  Profeta y San Juan Bautista; San Juan Evangelista y Profeta; Profeta; Rey David y Santiago

Aunque sin música, todos conocemos una composición de seis estrofas y un coro, que es una monería y la usamos como una oración más.
No le falta un Himno -cantado por todos en conjunto o bien en particular- que también es un ramillete de frases preciosas. Compuesto hacia el año 1937-38. Según se ha podido saber, la letra es de un Párroco de la villa, D. Juan Irulegui, y la música de D. Alberto Vives Mir, sacerdote catalán que atendió todas las funciones del Santuario en esa época.

San Andrés; Santa Catalina; Santa Bárbara; Santiago Alfeo


25 de noviembre de 2012

CAPILLA DEL CRISTO, II


En el hermoso rótulo situado en la pared lateral izquierda de esta Capilla del Cristo figuran datos y fechas referentes a la fundación establecida por Pedro de Orive Salazar en su testamento: las llamadas obras pías que tanto iban a beneficiar a la Villa y sus gentes, así como a los familiares de quien las fundaba.


En los párrafos que siguen, dirigimos la atención sobre una curiosidad que le -y me- atañe: la ausencia, en todos los escritos sobre el rótulo y la Capilla que conocemos, de toda una línea del texto: "seiscientos y cinco y se abrió en esta Villa con la solemnidad de rigor en tres de Julio de mil"
Se trata de una línea clave porque deja en orden dos fechas relevantes: una, en la que se plasmó su voluntad en testamento, en Sevilla -nueve de abril de 1605-; otra, en la que se dió a conocer ese testamento abriéndolo con la solemnidad de rigor en la Villa de Arceniega en tres de julio de 1608.


El texto del Rótulo aparece transcrito por primera vez, por lo que sabemos, en el libro del presbítero/historiador Eduardo de Escarzaga que lleva por título "La Villa de Arceniega" (1931), ya sin la línea mencionada.

Es de suponer que, por una de esas ironías con que nos sorprende la vida, sucedería lo siguiente: las palabras repetidas "seiscientos y" ocupan exactamente la misma posición en dos líneas consecutivas del rótulo, de modo que Escarzaga, levantando y bajando la cabeza mientras copiaba, seguramente saltó de una a la siguiente sin darse cuenta. Para rematar la faena, la frase resultante, aunque errónea, tenía sentido completo por sí misma.


Sumándose una curiosidad a otra, el caso es que, a medio camino entre necesidad (durante los muchos años en los que buena parte del texto se había vuelto ilegible a causa del deterioro de las tablas afectadas de humedad) y comodidad (la muy entendible de no empezar siempre de cero), y sin descartar nuevos tropiezos en la misma invisible piedra, las transcripciones posteriores han seguido la senda de la de Escarzaga y conferido a esa omisión una notable capacidad de supervivencia.






Como si de una inocente maldición se tratara, ahí están las obras de Iturrate, J.M. Azcárate Ristori (el CATÁLOGO MONUMENTAL DE LA DIÓCESIS DE VITORIA Tomo VI), Virginia Varona (una amena tesina sobre Pedro de Orive) e incluso la reciente de Fernando R. Bartolomé García -el libro escrito tras la restauración de las preciosas figuras de ese Calvario (2008) y cuando el Rótulo llevaba ya 20 años legible. En este último, p.ej., se indica, novedosamente, el final de cada línea del texto: ¿acaso sí acudió alguien después de Escarzaga pero volvió a rodar escalón abajo de una línea a la siguiente? Hasta nuestra conocida historiadora alavesa Micaela Portilla cayó en la trampa y equivocó la fecha de "las fundaciones", dando la de "otorgar testamento" por élla en alguna de sus obras.

He aquí una foto antes de la restauración del rótulo, completada  en 1989:


Es ahí donde entra mi implicación en el tema.

Desde pequeña, sabiendo ya leer, miraba con admiración y también tristeza, el "cuadro/rótulo" de la Capilla del Cristo. Referencias a él con un halo de misterio que no entendía, atraían mi curiosidad. Deseaba descifrar lo que aparecía escrito; estaba tan estropeado que resultaba muy difícil. El agua entraba por las grietas de paredes y ventana, iba comiendo la pintura, las letras... ¿por qué no lo arreglarán?, me preguntaba. Más adelante, en las vacaciones de mi vida viajera probé alguna gestión con sacerdotes, Diputación y particulares. A nadie interesó el tema. 
Pasados los años, con mis cuatro hijos jóvenes ya, volví a la carga con el sacerdote de entonces, D. Félix Ruiz de Larrínaga -porque se habían hecho muchos arreglos y mejoras en el Santuario pero el rótulo continuaba ilegible. Cuando me anunció el coste de la restauración, no dudé un segundo: "Encárguelo, yo lo pago". No tenía dineros sino deudas, pero no quería seguir pidiendo a uno y otro; a todos les dolía. ¡Yo lo había deseado con tanta ilusión!


Ni siquiera pude estar cuando fue repuesto, ya restaurado. En mi reencuentro con él noté que había un espacio vacío. Releí, busqué... Sí, encontré lo que faltaba: el "de rigor" del renglón fantasma. Llamé a los restauradores, vinieron a rematarlo. Nadie parece haber valorado mucho el rótulo, quizá porque nadie lo había amado desde su infancia. Yo sí, y así tuve la gran alegría de participar en su vuelta a la vida -además de, aunque nadie tampoco parezca haberse aún dado cuenta, "desfacer el entuerto" de la transcripción.


Sorprendentemente, o quizá no, el reconocimiento final a esos trabajos llegó en forma de envidia, tras haber accedido a la oferta de "una plaquita con el nombre del donante". La hice yo misma y la llené de sentimientos varios: mi/el nombre de mi madre; mi/el apellido de mi padre; nuestro 25 aniversario de inicio de familia... y donde nadie pudiera leerlo, mi agradecimiento íntimo. Pretendí fuera una oración que de forma continuada escuchara la Virgen. ¡Se necesita tanta ayuda de un ser poderoso! Allí quedó por unos años cumpliendo su fin, hasta que alguien de mente ruin la hizo desaparecer, sin esperanza de recuperación y con la impasibilidad de los responsables. Una acción así duele -destruye ideales de siempre. 


Sin embargo, mantuve mi ilusión por lograr un día la restauración del Calvario, tan precioso, solicitando presupuesto. Ahí están las tres páginas que prepararon... que ahora servirán tan solo como curiosidad para cotejar precios de entonces, puesto que la restauración, patrocinada por la Diputación y con colaboradores de relevancia, se ha llegado finalmente a realizar, exponer e imprimir (del libro correspondiente, ya mencionado, proceden algunas de estas fotos) con la obligada pompa y boato .



Es curioso e instructivo leer algunas de las 29 disposiciones que figuran en el testamento de Pedro de Orive, como la que dice: "en la dicha lámpara de plata se ponga mi nombre y armas para que otros se animen a hacer buenas obras"; "blanquear la dicha capilla (...) y que se ponga dentro de ella un letrero donde se diga la fundación de la Capellanía (...) con todas las disposiciones en tablas fijadas a un marco"; "rótulo renovado en 1731 realizado por escribano Bartolomé de Iturribarría a petición de D. Francisco Antonio de Ojirando Orive Salazar". Esa frase resaltada figura escrita en el mismo rótulo, lo que prueba que "ese letrero" sí fué puesto como dispuso D. Pedro, tras organizar su entierro en la capilla.
En la última se lee: “Y caso que el consexo de Arciniega o los beneficiarios de ello contradigan la susodicha y no lo consientan poner, quiero de mi voluntad, que la Capellanía se fundase en la Iglesia de San Julián de Soxo”. Su predilección radicaba en ambos puntos: su solar y lugar de origen, y el de su nacimiento y niñez. Además, aseguraba el conocimiento público de su donación para que así sirviera de modelo.


Teniendo a mano -para una mirada cariñosa- el precioso Cristo según le hemos conocido con la huella del dolor vivo en su rostro, disfrutemos del Calvario restaurado, REGALO QUE NOS DEJÓ esa familia oriunda de Sojo, ORIVE SALAZAR, con otras muchas dádivas muy generosas. Dios les habrá compensado con creces.